Dentro de la categoría de «cocina marinera», se podría incluir la práctica totalidad de la oferta restauradora de La Barceloneta. La Mar Salada hace cocina marinera, pero cocina marinera de identidad marcada por la personalidad y el estilo de su equipo de cocina, liderado por Marc Singla, y eso son palabras mayores. Resumiendo, hablamos de una cocina marinera renovada de acuerdo con la evolución del cocinero. Una cocina que parte del recetario clásico, de platos y productos que ya tenemos el gusto de conocer, tratados de acuerdo con las exigencias de los tiempos actuales. Marc nos lo explica:
«El bacalao confitado es bacalao confitado, pero solo marcado a la plancha antes de darle el toque de horno se digiere mejor. La tendencia es hacer una cocina más ligera, más orgánica. Para continuar con el mismo ejemplo, los garbanzos que quizás acompañarán el bacalao serán un humus suavísimo. Pero en el fondo la receta continuará siendo la clásica.»
Con los años, La Mar Salada ha acumulado un repertorio amplísimo, de platos que entran y salen de la carta en función sobre todo de la temporalidad del producto. Hay algunos que cuando vuelven ya no son exactamente iguales que su anterior encarnación, y hay algunos que sí, depende. Algunas piezas del repertorio ya pueden considerarse clásicos de La Mar Salada. Son platos que, cuando están en el menú, requieren la atención de Marta, Albert y Marc en la preparación de la mise-en-scène, en función de la gran demanda que tendrán. Son platos como la ensalada de pulpo, el risotto con base de suero de parmesano o el pastel de queso con mango. Y un ya largo etcétera.